Un total de 450 vecinos de los pueblos afectados por los incendios de Cortes de Pallás y Andilla han sido contratados para trabajar hasta el próximo mes de mayo en la limpieza y recuperación de estas zonas forestales quemadas.
Se trata de una primera fase de actuaciones cofinanciadas por la Generalitat y el Gobierno, en la que se invertirán 4 millones de euros en total y que consisten, entre otras tareas, en la retirada y tratamiento de la biomasa forestal quemada y en la construcción de fajinas y albarradas de madera para contener la erosión.
Estas primeras actuaciones, declaradas de emergencia, también contemplan la restauración de las zonas usadas como cortafuegos, la retirada de arbolado cercano a las vías de comunicación que supongan un peligro de caídas y la limpieza de los aliviaderos de las carreteras de ceniza y otros elementos que retengan el agua.
La mitad de esos trabajadores, tras pasar los pertinentes reconocimientos médicos y el curso de formación de una jornada, comenzará los trabajos en breve durante un periodo de tres meses, y el resto continuará la labor otros tres meses.
Así lo han anunciado a consellera de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, Isabel Bonig, y la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, en una rueda de prensa conjunta para presentar estas actuaciones, que se van a realizar a través de la empresa pública Tragsa.
Ambas han destacado la coordinación que ha existido entre Consell y Gobierno tanto durante las tareas de extinción de los incendios como en los trabajos posteriores y en la "celeridad" mostrada para actuar lo más rápido posible para evitar la erosión de la zona ante el riesgo de lluvias y la llegada de las ayudas.
Sánchez de León ha informado de que el proceso de contratación se ha realizado a través de bolsas de trabajo de los propios Ayuntamientos de los municipios afectados, que ha habido más de 1.000 solicitudes y que Tragsa formalizará los primeros contratos esta misma semana.
Bonig ha explicado que se han ha redactado 52 memorias valoradas, "al menos una por cada término municipal afectado, de las que se han extraído las obras que se consideran más importantes" para esta primera fase.
Entre otras medidas adoptadas para contribuir a la recuperación y reactivación económica de la zona, ha resaltado que se ha levantado la prohibición del pastoreo en áreas cortafuegos, las que rodeen a los núcleos urbanos de los municipios y las que sirven de acceso a abrevaderos, fuentes o posibles zonas verdes aisladas.
También ha recordado que ya se han autorizado en terrenos privados -unas 10.000 hectáreas- la tala y retirada de la madera quemada para evitar la proliferación de plagas de escolítidos y lograr, lo más rápidamente posible, la recuperación del paisaje.
Concretamente, se ha autorizado ya en los términos municipales de Alcublas, Andilla y Llíria, así como en Yátova, Alborache, Cortes de Pallás, Dos Aguas, Macastre, Catadau, Llombai, Montroy, Real de Montroy, Tous, Turís, Bejís y Teresa.
Asimismo, la Conselleria ha autorizado el aprovechamiento extraordinario de madera en los montes de utilidad pública de Bejís y Altura y en aquellos que gestiona la Generalitat en Teresa, Jérica, Andilla y Alcublas se ha subastado la madera quemada.
También se ha autorizado la tala de la madera quemada en los ríos y barrancos del Dominio Público Hidráulico gestionados por la Confederación Hidrográfica del Júcar.
La delegada del Gobierno ha destacado "el enorme esfuerzo" que el Gobierno ha realizado en los Presupuestos Generales del Estado de 2013 al dotar la partida de la lucha contra los incendios forestales con 104 millones de euros, un 23% más que en 2012.
Tras esta primera fase de trabajos, hay prevista una segunda que consistirá en la repoblación forestal y regeneración ambiental, cuya ejecución prevista es de 24 meses, y que, según ha incidido Bonig, se centrará en aquellos terrenos en los que no se aprecie una regeneración natural de los mismos.