Hace ya muchos meses que vengo oyendo a la Vicepresidenta del Gobierno de RZ que existe “un gran clamor social” reclamando una ampliación de los supuestos de la ley del Aborto. A esa frase se acoge también ahora cualquier socialista que declara sobre dicho proyecto de ley… y yo solo escucho ese “gran clamor” cuando los oigo: Rodríguez Zapatero, Fernández de la Vega, Aido… incluso tantos profesionales de la Medicina, médicos y enfermeras, que ante la menor duda, aconsejan abortar (no todos ellos actúan así, pero sí que los hay), y luego resulta que, cuando los padres deciden seguir adelante con el embarazo, nace una criatura sana, o sin los grandes problemas que se anunciaban, o se han podido solucionar con los medios disponibles, o simplemente son felices con un hijo o hija que, no estando perfectamente sano, son la alegría de la casa, y ya nadie se plantea acabar con ellos.
De todas formas, no solo los oigo a ellos, también oí al Sr. RZ antes de las elecciones, cuando en el programa electoral socialista decidió no incluir esa propuesta porque no era el momento, aunque sí lo mandó incluir entre sus principales objetivos para la Legislatura cuando hubieron ganado las elecciones: será porque no confiaba en ganar si uno de los “temas estrella” era el de eliminar seres humanos indefensos que hubieran nacido después de seguir desarrollándose normalmente, que hubieran llorado al nacer, que hubieran mamado y tomado biberones, que hubieran gateado y andado dándose trompazos y haciendo trastadas por su cuenta, que hubieran aprendido a decir “mamá” y “papá” y haciendo caer la baba a propios y extraños con su desarrollo natural, que hubieran ido a clase de Infantil y luego Primaria, etc. Que hubieran soplado velitas primero con ayuda y luego con toda la ilusión del mundo…
El aborto en España ha tenido últimamente un desarrollo muy “dirigido” por las empresas (no clínicas, sino empresas) que se han hecho de oro a base de practicar no solo abortos que seguían los supuestos previstos en la ley de forma absolutamente legal, sino los abortos que ahora hemos sabido que se cometían de formas absolutamente ilegales, castigables por la Ley, y que no se han castigado, sino que se han aprovechado para manipular una vez más a la opinión pública diciéndonos que esa no era una “forma digna” de “interrumpir el proceso”, que eso había que remediarlo, que la mujer no podía ser perseguida por someterse a esa intervención, etc. Los datos de “esa forma de interrumpir el proceso” eran los siguientes, entre muchos otros: Psiquiatras contratados eran obligados por las empresas a firmar en blanco los informes oficiales que luego se utilizarían para justificar la necesidad del aborto por “motivos psicológicos de la madre”, señoras de la limpieza realizaban las tareas de enfermeras durante las intervenciones, se eliminaban los restos del niño por trituradoras que desaguaban directamente al alcantarillado cuando no se arrojaban sin más al cubo de la basura, se cobraban cifras altísimas a las “pacientes” que en muchísimas ocasiones venían del extranjero a esas clínicas con paquete completo que incluía traslado en avión, hotel y aborto, se realizaban abortos en cualquier momento de la gestación, incluso a punto de cumplir el 9º mes de embarazo, para lo cual, se ha de trocear el cuerpecito en el interior de la madre a fin de no dejar marcas quirúrgicas que afeen su cuerpo.
Y resulta que desde que se denunciaron todos aquellos actos, hace ya más de dos años, la única consecuencia para nuestros legisladores es que, en vez de que se aplique la ley, hay que legalizar las barbaridades que se realizaban antes. No hay que proteger al indefenso, no hay que ayudar a la madre en dificultades para que pueda llevar adelante el embarazo y supere las dificultades dando a luz a una criatura que luego pueda mantener a su lado, o para que lo ceda en adopción con garantías sobre todo para la criatura, evitando la necesidad de los padres de acudir al extranjero don tantas veces el provecho lo obtienen mafias o personas corruptas que obtiene beneficios a costa de esas gestiones,,, no eso no hay que planteárselo hay que ir directamente a matar la aún no nacido, que es lo fácil y lo “cómodo”, deshumanizando cada vez más la sociedad y en muchísimas ocasiones provocando un serio problema a la madre y/o a las personas que han estado envueltas en ese acto voluntario. He de decir que lo anteriormente expuesto para salvaguarda de la madre y del hijo no nacido, sí es posible legislarlo, como se ha hecho, gracias a una “Iniciativa Legislativa Popular” que, llevada a cabo por “Red Madre” ha asumido el Gobierno Valenciano: nunca sabremos cuántas vidas se salvarán realmente con esta iniciativa pero, con que fuera solo una, ya me parecería algo magnífico y que ha valido la pena el esfuerzo.
De cualquier modo, no es que los responsables de gobernar junto y bajo las órdenes de RZ no se planteen siquiera legislar para salvar vidas, sino que además, cuando convocan las reuniones con las “partes interesadas” en el tema de ampliar la ley del aborto, “pasan” de atender a los médicos no abortistas, “pasan” de reunirse con psicólogos y psiquiatras independientes, “pasan” de reunirse con colectivos a favor de la vida del no nacido, “pasan” de atender las propuestas de padres que han adoptado niños, “pasan” de llamar para oír a madres que abortaron en circunstancias como las nombradas arriba, y se reúnen únicamente con las empresas abortistas, con los médicos que se han significado en las ideas más radicales a favor de la liberalización del aborto, con asociaciones favorables a la plena despenalización del aborto, y así, lógicamente. Llegan en las reuniones de la comisión que “estudia” el proyecto a la conclusión lógica de que es buenísimo que se aborte con una ley de plazos, esto es, libremente durante un tiempo y si pasa de ese tiempo, ya veremos, sin tener en cuenta lo que en realidad se hace: impedir a un ser vivo que siga adelante con su vida, y no un ser vivo cualquiera, sino una persona…
Además, como en el caso de la educación de nuestros hijos con la asignatura FES (Formación del Espíritu Socialista) de “Educación para la Ciudadanía” que, también curiosamente nos la propusieron al principio para solucionar el tema de la violencia de género y el racismo y la xenofobia (todo eso ya ni se nombra), quiere el Gobierno ocupar una vez más el lugar de los padres, permitiendo a las chicas de 16 á 18 años acudir sin conocimiento ni autorización paterna ni materna a abortar pase lo que pase, y tenga las consecuencias físicas y psíquicas que tenga… es demencial: una persona de 18 años menos 1 día no puede comprar tabaco, no se puede tomar una cerveza, no puede entrar en un local donde se fume, a las discotecas, ni con permiso de los padres o tutores, pero eso sí, como RZ, gran psicólogo y la ministra Bibiana, conocida mundialmente por su experiencia y grandes aportaciones como becaria enchufada por papá en una Caja de Ahorros andaluza han decidido que esa es la mejor manera de proteger a los españoles y españolas, pues hala, con 16 añitos a la silla carnicera, que no pasa nada, y los padres, sin derecho siquiera a protestar, porque eso va a ser legal.
Ya sé que a los votantes de la izquierda todos estos motivos no les dicen nada, ni me planteo que se pregunten a sí mismos si no sería más conveniente educar con mayor exigencia en las cuestiones de respeto a una misma y a uno mismo y respeto mutuo en las relaciones entre los jóvenes, que no han de ser única ni principalmente sexuales, que la meta del trato entre las personas no se reduce al puro placer sexual, que una persona, sea del sexo que sea, es responsable de sus actos y que es indecente hacer pagar a otro por nuestros actos, y más sin que ni siquiera pueda opinar sobre si se deja matar o quiere vivir. Siempre se ha dicho que en esta vida todo tiene solución menos la muerte. Nos oponemos a la pena de muerte, nos oponemos a la desaparición de la ballena de no sé qué color, nos quita el sueño que los bebés foca mueran para que se pueda arrancar su piel con fines industriales, y sin embargo, a muchos ni les molesta escuchas que en el último año se produjeron en España más de 123.000 abortos legales, según las previsiones de Sanidad, de ellos, unos 16.000 en menores de 20 años y, por cierto los motivos alegados en 2006 (no tengo datos posteriores) han sido en un 96,98% riesgo para la salud física o mental de la madre, en un 2,83% riesgo para el feto, y solamente en 13 de los 101.592 abortos realizados legalmente en 2006 hubo una violación previa.
No espero que estos datos o motivos se entiendan por los votantes de la izquierda, pero al menos atenderán, por el cariño que le tienen al cajón y a lo material, al dato de que los 1.119.000 niños y niñas cuya vida se ha abortado, no van a gastar nada en potitos, ni en pañales, ni leche, ni pinturas ni carteras ni lápices para el “cole”, ni chuches, ni en Fantas ni en Coca-Cola baja en cafeína, ni irán al Instituto, ni podrán trabajar ni, por lo tanto, podrán cotizar a la Seguridad Social para nuestras pensiones ni a Hacienda para construir colegios que no harán falta más que para los pocos hijos de españoles y muchos hijos de inmigrantes que gracias a Dios nos aliviarán en lo económico el futuro.
Yo ruego, a las personas que votan al PSOE y a los otros partidos abortistas, que no se dejen manipular, que cuando van a haber elecciones, no se toca este tema, sino que se hace después, diciendo que iba en el Programa, pero el voto ya se ha dado. Y a lo votantes del PP, que hagamos oír nuestra voz para que el Partido dé una pelea más clara contra el aborto, que no se conforme con lo que se encuentra. Que entre todos consigamos una sociedad más humana o al menos, menos deshumanizada, que no devore a sus hijos, la mayor parte de las veces por no sentir respeto por los y las demás, y siempre por egoísmo o peor aún, por estética o comodidad.
Hace 10 años
