La reforma fiscal entra en vigor el 1 de enero para devolver los esfuerzos a los ciudadanos
En tres años, España ha pasado de una situación de emergencia económica a la recuperación.
Hace tres años se había disparado la desigualdad y la pobreza y el paro se había multiplicado por dos en la etapa socialista.
Esta situación obligó al Gobierno a tomar la difícil situación de subir el IRPF, pero lo hizo de forma equitativa.
Consolidada la recuperación económica, es el momento de bajar los impuestos.
Es una reforma fiscal que baja los impuestos a todos de forma gradual y beneficia sobre todo a las familias que más lo necesitan.
La reforma tiene el objetivo de impulsar el crecimiento de España y que la recuperación llegue a todos.
Las familias, los trabajadores y el ahorro son los ejes vertebradores de la reforma:
Baja los impuestos a todos de forma generalizada: el IRPF baja un 12,5% de media para 20 millones de contribuyentes.
Bajan más a los trabajadores con sueldos más bajos: para un 72% de los ciudadanos bajará un 23% de media.
La reforma incorpora beneficios sociales como nunca para las familias que más lo necesitan:
A las ayudas a las madres trabajadoras, se suman deducciones para familias numerosas y aquellas con miembros dependientes.
Incorpora un fuerte aumento de los mínimos familiares en el IRPF, de hasta el 32%.
Es la reforma que necesita España para apuntalar la recuperación: generará un crecimiento del PIB del 0,55%.
Favorecerá el consumo: los ciudadanos contarán con 9.000 millones más.
El IVA no sube, se modifica para los productos sanitarios, en respuesta a una sentencia de la UE.
Fomenta la creación de empleo: el impuesto sobre sociedades mantiene la deducción por creación de empleo.