lunes, 9 de julio de 2012

AVA-ASAJA cifra en 21,2 millones los daños directos causados por los incendios en el sector agropecuario

El presidente de la organización reclama ayudas especiales y asegura que la proliferación de explotaciones abandonadas ha favorecido la rápida extensión de los siniestros





Valencia, 4 de julio de 2012.- Los devastadores incendios que han asolado durante los últimos días alrededor de 50.000 hectáreas en la Comunitat Valenciana han tenido efectos muy negativos para el sector agropecuario. Así, y de acuerdo con una primera valoración efectuada por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), los daños directos provocados por el fuego sobre la agricultura y la ganadería superan los 21 millones de euros.

De la ya aludida superficie arrasada por las llamas, principalmente en las áreas colindantes a poblaciones como Andilla, Cortes de Pallás o Alcublas, al menos 850 hectáreas corresponden a terrenos de uso agrícola que se han visto afectados en mayor o menor grado y donde el valor de las pérdidas asciende a 12,7 millones de euros. A esta cifra hay que sumar otros 3,5 millones correspondientes a los daños ocasionados en la ganadería –asentamientos de colmenas en los montes y destrucción de pastos, fundamentalmente-, así como otros 5 millones de euros atribuibles a los considerables desperfectos originados por el fuego en infraestructuras agrarias, sobre todo en instalaciones de riego y en algunas granjas. Por tanto, la cifra final de los daños causados por los incendios en el sector agropecuario se sitúa en 21,2 millones de euros.



El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, tras lamentar la pérdida de una vida humana y los daños de todo tipo ocasionados por el fuego, apunta que “la valoración económica que hemos efectuado es moderada, ya que la cuantía de los desperfectos será probablemente mucho mayor, máxime si se toma en consideración que va a costar mucho tiempo recuperar las áreas afectadas y que no incluimos en nuestras estimaciones el valor de los muchos miles de hectáreas de bosque destruidas, las cuales, no lo olvidemos, son en un porcentaje muy elevado propiedad de particulares. Para que nos hagamos una idea, sólo la repoblación de toda la masa forestal que se ha destruido tendría un coste superior a 120 millones de euros. En cualquier caso, los agricultores y ganaderos de estas zonas, ya de por sí suficientemente desfavorecidas y depauperadas, han sufrido también un golpe muy duro”.



Ante la situación creada, el máximo responsable de esta organización agraria reclama a las distintas administraciones, incluida la Unión Europea, que valoren adecuadamente “la magnitud del desastre y pongan en marcha un plan especial de ayudas que contribuya, siquiera en parte, a aliviar a los afectados”. Desde AVA-ASAJA se reclama, además, la aprobación de medidas fiscales y de ayudas para el pastoreo y la limpieza de montes.



Precisamente, Cristóbal Aguado, asegura que la rapidez con la que se han extendidos los siniestros “está motivada en parte y se ha visto favorecida en gran medida por la proliferación de explotaciones agrarias abandonadas como consecuencia de la falta de rentabilidad de los cultivos. Los huertos cultivados han actuado siempre como un eficaz cortafuego, pero si están abandonados se convierten, por el contrario, en una rápida correa de transmisión de cualquier incendio. Esto es algo que tienen que tener muy claro nuestros políticos a la hora de legislar y valorar el papel medioambiental que también desempeña la agricultura”.



Los cultivos que se han visto más afectados por estos últimos siniestros son almendros, algarrobos, olivos, viñas y, ya en menor medida, cítricos, frutales, caqui y plantas ornamentales.



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