viernes, 18 de julio de 2008

Ignorar la dignidad humana.

Estos días estamos asistiendo perplejos, a través de los diferentes medios de comunicación social, a dos hechos que nuestro actual gobierno quiere implantar en nuestra sociedad democrática como son "La legalidad de la ley del aborto y también la legalidad de la eutanasia, dos realidades que van en contra de la ley de Dios". La vida humana, tal y como lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica debe ser respetada desde el momento mismo de su concepción natural hasta el mismo momento de la muerte natural, ya que ella es un don de Dios. Además, la Declaración Universal de los Derechos Humanos sitúa la dignidad humana en la base de un orden social y político verdaderamente humano. El mismo comienzo de su Preámbulo señala que "La libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca de todos los miembros de la familia humana". Según esto, podemos decir que existe un orden social justo que se deriva de la dignidad de cada persona como miembro de una familia humana y no se subordina a las decisiones de los Estados particulares, ni a las costumbres locales, ni a ninguna propuesta ideológica. Para cultivar verdaderamente la libertad, la justicia y la paz es imprescindible reconocer la dignidad de todo ser humano como miembro de la familia humana, en todas la fases y circunstancias de la vida.Todas las fases merecen protección. El embrión y el feto humano son las primeras fases de la vida de cada ser humano. El desarrollo de la vida es algo natural. Somos seres humanos desde el primer instante y nadie puede arrebatarnos esa dignidad. No reconocer todo esto es querer ignorar la dignidad humana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dolores de Cospedal, otra madre soltera

El problema no es que sea madre soltera, que ahora con el aborto legalizado por la Constitución es casi un mérito, si no que para ser madre soltera, en vez del método tradicional, como es "tan moderna", la dirigente del PP ha usado la "fecundación in vitro".

Y para ello, se le han extraído varios óvulos y se han fecundado, y sólo uno o dos se han implantado. El resto, en el mejor de los casos, se han congelado y probablemente se hayan matado, o matarán en el futuro, a varios niños en estado de embrión.
Es decir, que el "capricho" de la flamante secretaria general del Partido Popular va a suponer la muerte de un montón de seres humanos.

Anónimo dijo...

Vaya golazo.
Mucho hablar de Catecismo y luego no damos ejemplo de vida catolica, mejor sería que callasemos algunas veces.

Por nuestro Pueblo