viernes, 27 de febrero de 2009

Aceite reciclado para biodiesel (II)



Fritura para combatir el cambio climático



Una granja con una pequeña refinería en Nuneaton (Inglaterra).
Elisabeth Rosenthal (NYT)Nuneaton (Inglaterra). Como ha hecho a menudo desde los últimos 18 meses, Andy Roost ha conducido su Peugeot 205 diésel azul hasta una granja, donde unas señales indican el camino para “huevos” o para “aceite”. Andy desenrosca la tapa del depósito de gasolina y charla despreocupadamente mientras Colin Friedlos, el propietario, le echa en su depósito tres grandes botellas de aceite de cocina, teñido de verde, con el que se indica que es beneficioso para el medio ambiente. Friedlos opera en una de los centenares de pequeñas plantas de Gran Bretaña que procesan y venden a conductores privados aceite usado, que puede ser echado directamente en coches diésel, como los Ford o Mercedes. Los expertos en transporte aseguran que este sistemano acabará con lasestaciones de servicio El año pasado, cuando el barril de crudo alcanzó los 147 dólares, varias grandes compañías europeas y estadounidenses se animaron a crear plantas para recoger, refinar el aceite de cocina usado y convertirlo finalmente en biocombustible.La recesión global y la profunda caída de los precios del petróleo han acabado ahora con muchas de las grandes ventures de refinado del aceite. Pero las más pequeñas, las más simples, como la de Friedlos, se están moviendo para llenar el vacío existente con su producto.En la granja hay ahora un montón de contenedores de metal. Y algunos concesionarios ofrecen llenar el depósito en algún almacén o establo de los alrededores. Otros, como John Nicholson, fundador de una pequeña compañía en Gales, reparten botellas de combustible ecológico para automóviles como si se tratara de un repartidor de leche. El aceite de cocina usado ha sido un punto de atracción en los últimos años como una alternativa más barata y limpia que los combustibles fósiles. En muchos países, entre ellos Estados Unidos, las compañías recogen el aceite y lo refinan en forma de diésel. Además, algunas ciudades lo emplean en autobuses municipales, que previamente han sido modificados. En Inglaterra, sin embargo, la estrategia de echar directamente el aceite en los depósitos está ganando popularidad entre la gente de la calle. Y atrae a personas como Roost en su camino al trabajo. “El aceite”, dice, “es bueno para el medio ambiente y es más barato que el diésel, incluso ahora que los precios han caído”. Cuesta 4,88 dólares por galón. Esto supone en torno a un 10% menos que el diésel y cerca de un tercio menos que el coste del gasóil en su punto máximo registrado el año pasado. “No se podrían comer suficientes patatas fritas” para abastecer a todos los automóviles de Occidente, dice Peder Jensen, un especialista en transporte de la Agencia Medioambiental Europea. Como mucho, señala, el aceite de cocina podría sustituir un porcentaje del consumo de diésel, pero no conseguirá, por sí solo, invertir el problema del cambio climático.Al mismo tiempo, Jensen apunta que es uno de los muchos ajustes que todos juntos podríamos hacer y que tendría un efecto significativo en la reducción de gases con efecto invernadero. Jensen cree, además, que “desde un punto de vista ecológico es una buena idea tomar este desecho y convertirlo en algo útil”. Los principales obstáculos para el uso extendido del aceite de cocinar, dice Jensen, son “estructurales”, como la falta de estándares para procesar el combustible y adaptarlo y mantener los vehículos para que funcionen con él. El movimiento no se ha limitado a Europa. Ciudades de Texas y otros estados han comprometido a compañías como Biodiesel Industries a recoger el aceite local y convertirlo en biodiésel para los vehículos municipales.El aceite usado es un desecho problemático, que atasca las tuberías si se echa por la pila, formando finas estalactitas en las cloacas y matando la vida salvaje si llega a los lagos y ríos. En Gran Bretaña, el aceite usado no puede enviarse a los vertederos. El aceite antes se usaba para hacer alimentos para los animales, pero esto ya no está permitido debido al temor a la enfermedad de las vacas locas. De todas formas, muchos conductores dudan y se resisten a poner en su precioso coche algo que antes tiraban por el fregadero de la cocina.




Información Relacionada

Problemas estructurales para la posible expansión de la práctica
Los principales obstáculos para el uso extendido del aceite de cocina son estructurales. Faltan estándares para procesar el combustible y adaptarlo y mantener los vehículos para que funcionen con él. Stuart Jonson, director de Ingeniería y Medio Ambiente de Volkswagen de América, afirma que poner aceite vegetal normal en los coches es “una mala idea. No lo recomendamos”. La calidad variable del combustible de aceite de cocina, dice, supone que “puede contener impurezas y ser excesivamente viscoso”, especialmente para los motores diésel con sistemas de inyección más nuevos y más complejos. Sin embargo, el aceite vegetal es más limpio que la gasolina o el diésel y no produce casi nada de dióxido de carbono, el principal gas vinculado al cambio climático.

No hay comentarios:

Por nuestro Pueblo