lunes, 2 de mayo de 2011

Articulo de Don. Miguel Espluges Yerbes.

NO TODO VALE EN POLITICA

Son las elecciones municipales el verdadero plebiscito personal de los vecinos que se presentan a dirigir una comunidad.
En un pueblo como Alcublas toda la gente se conoce, todos saben de sus andanzas y correrías desde juventud, su trayectoria personal y ética, haciendo que sea este conocimiento personal, más importante que las siglas que lo presentan.
¿A qué viene esto en vísperas de elecciones y con las candidaturas en la calle? Muy sencillo, a que no todo vale.
Desde mi frontera de Canales y pidiendo disculpas por si alguien se siente ofendido con mis palabras, quisiera decir algo que se piensa, se cuchichea, pero que no se dice en público.
La elección de alcalde es más importante que elegir a un gestor, siendo esto una parte muy preocupante para los ciudadanos. El Alcalde va representar al pueblo cuando sale fuera, van a ver Alcublas en esa persona elegida. Se debe hacer un esfuerzo mental y imaginar a nuestro elegido tomando decisiones por todos en foros de la Mancomunidad, en foros de Municipios representando a sus ciudadanos, van a ver Alcublas en esa persona que elegimos.
A pesar de que a la hora de emitir el voto, ay que valorar las consecuencias sociales, políticas y medioambientales de las medidas adoptadas o propuestas por las diversas formaciones políticas. El criterio de justicia, ética y bien común del aspirante tiene que anteponerse al de fidelidad de voto al propio grupo.
Debemos saber discernir lo que se nos apunta desde instituciones como la eclesiástica que junto a los partidos políticos, es de la menos valorada por la sociedad. Con dolor y tristeza contemplamos muchas veces como nuestra Iglesia, además de no ayudar a la valoración de la vida política, genera más crispación y desafección.
No todo vale, no se debe utilizarse sentimientos de familia contra partidos, no se puede utilizar la entereza y dedicación de un miembro de familia, como arma arrojadiza contra un partido. Es la ética en estos casos si ocurren, lo que hay que valorar en los diferentes miembros y estar seguros de los motivos políticos.
No se puede considerar la corrupción y el pudrimiento ético y político como parte de la normalidad democrática, se debe valorar con esmero esta cuestión antes de emitir el voto. No parecería demasiado ético dar apoyo a candidaturas de personas con este perfil .
Debemos exigir al candidato que se comprometa, cada vez más a fortalecer la sociedad civil, que parece tan atrofiada y adormecida. Solo con una mayor participación y protagonismo de todas y todos en la vida social, cultural, económica y política, podremos responder con más cohesión, solidaridad y armonía a los retos que nuestra sociedad nos plantea.
Miguel Esplugues Yerbes

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