El PSOE presenta mañana una moción en el Congreso solicitando la dedicación exclusiva de los miembros de las Cámaras a sus tareas de representación política.
La iniciativa socialista se enmarca dentro de una campaña contra Federico Trillo y Vicente Martínez-Pujalte por haber desarrollado labores de asesoría.
Hay que recordar que tanto Trillo como Pujalte solicitaron al Congreso la compatibilidad de dichas actividades, y obtuvieron autorización de las Cortes tal y como se recoge en el Dictamen de la Comisión del Estatuto de los Diputados sobre declaraciones de actividades aprobado por el Pleno del Congreso.
El PSOE silencia que en este Dictamen también se autoriza las actividades extraparlamentarias de muchos de sus diputados. Así, entre otros muchos casos, autoriza al diputado socialista José María Benegas a realizar trabajos de asesoría a través de Asesoría Nuevo Siglo o a la diputada también socialista Pilar Grande a dirigir una empresa privada de servicios médicos.
La prensa española publica hoy que Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso y autor de la moción que solicita dedicación exclusiva a los parlamentarios, ha compatibilizado su cargo de diputado con labores de consultoría en el Caribe. Estas actividades le han obligado a desplazarse a Panamá en numerosas ocasiones, lo que le ha llevado ausentarse largas temporadas de su escaño.
Lo grave de estos hechos es que Antonio Hernando no había declarado esta actividad de consultoría, tal y como se desprende del Dictamen de la Comisión del Estatuto de los Diputados sobre declaraciones de actividades, publicado el 9 de mayo de 2012. Por tanto, el portavoz de los socialistas ha llevado a cabo su actividad de consultoría sin autorización de la Cámara.
Así, Antonio Hernando sólo ha declarado ante el Congreso actividades relacionadas con la producción y creación literaria, científica, artística o técnica; conferencias en cursos de verano y mesas redondas; participación en tertulias en la televisión; y pertenencia al patronato de diversas fundaciones.
Otro caso es el del diputado socialista, Gabriel Echávarri, que declara ante el Congreso que ha dejado de ejercer la abogacía en el despacho Vidal&Echávarri, pero sin embargo en la página web del despacho, donde supuestamente ya no ejerce, figura en activo.
El PSOE demuestra una vez más su hipocresía y su falta de criterio. Exigen la dimisión de Trillo, que ha actuado siempre con arreglo a la legalidad, mientras que sitúa como abanderado de la moción que va a presentar en el Congreso a un diputado que ha ocultado a las Cortes actividades privadas no autorizadas.
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